El Blog Mio De Mi...: Pink Floyd y el poder de una imagen.

Los últimos días hemos sido testigos de uno de los espectáculos más increíbles que ha conocido el rock y la música moderna en general, y es que la ejecución de canciones tan emblemáticas como Money, Comfortably Numb o Wish You Where Here sólo pueden ser realmente satifactoria si es interpretada por uno de sus artífices -ya no hablo de todos juntos porque sabemos que por desgracia nunca será posible-. Puedo casi asegurar que todos los que fuímos testigos del monumental espectáculo del señor Roger Waters nos sentimos orgullosos por presenciar un pedazo de historia.

Ahora bien, creo al hablar de Pink Floyd no sólo hablamos de música (virtuosa música); hablamos de conceptos, narrativas, experimentos, experiencias y por supuesto: imágenes. Este último apartado es el que compete a este post, particularmente las portadas.

Las portadas de Pink Floyd son piezas en sí; es The Dark Side Of the Moon y el prisma, Wish You Where Here y el hombre en llamas, Animals y el cerdo volador. Es posiblemente la identidad gráfica más compenetrada que se haya hecho para la música y para cualquier fin en general; tintes de psicodelia, misterioso onirismo, esteril minimalismo, entre experimentaciones visuales y compositivas, fotográficas y de diseño; tan especiales en particular, tan diversas entre sí acompañan las brillantes facetas de Pink Floyd a lo largo de más de 45 años de discografía.

Y es que ninguna portada, de verdad ninguna tiene desperdicio; álbums de estudio, en vivo, recopilatorios, singles, es gracias especialmente a Storm Thorgerson -entre otros grandes artistas, mencion aparte para el genio Gerald Scarfe- y el maravilloso entendimiento que tuvo con la banda, que podemos seguir disfrutando de la mejor complemetación de música y artes visuales de la época moderna, digna para una exposición en cualquier espacio museístico que se precia de mostrar "Bellas Artes".

Come on you stranger, you legend, you martyr, and shine!

The Piper at the Gates of Dawn

(1967)